viernes, 4 de septiembre de 2015

Ansiedad

Ansiedad


La ansiedad forma parte de la condición humana y sirve para afrontar situaciones de peligro o riesgo. Sin embargo, cuando es demasiado intensa, se convierte en una fuente de sufrimiento que es necesario controlar.
La angustia se define como un afecto similar al miedo pero que, a diferencia de este, no obedece a un estímulo amenazante externo, sino que es vivida como procedente de la interioridad psíquica del individuo.


SÍNTOMAS

Cuando la ansiedad se convierte en patológica, provoca malestar significativo, con síntomas que afectan tanto al plano físico como al conductual y psicológico, entre los que cabe destacar:
Físicos:
Vegetativos: sudoración, sequedad de boca, mareo, inestabilidad.
Neuromusculares: temblores, tensión muscular, cefaleas, parestesias.
Cardiovasculares: palpitaciones, taquicardias, dolor precordial.
Respiratorios: disnea.
Digestivos: náuseas, vómitos, dispepsia, diarrea, estreñimiento, aerofagia, meteorismo.

Psicológicos y conductuales
Aprensión, preocupación.
Sensación de agobio.
Miedo a perder el control, a volverse loco o sensación de muerte inminente.
Dificultad de concentración, sensación de pérdida de memoria.
Inquietud, irritabilidad, desasosiego.
Conductas de evitación de determinadas situaciones.
Inhibición o bloqueo psicomotor.
Obsesiones o compulsiones.
CAUSAS
El trabajo es una de las principales causas de ansiedad. En realidad el trabajo es una fuente continua de estrés y de preocupaciones que, si no aprendemos a manejarlos, puede acabar con nuestra estabilidad emocional.

Son muchos los motivos por los que el trabajo se convierte en una de las causas de ansiedad, más aún en los últimos tiempos, en los que la crisis convierte la inestabilidad y la precariedad laboral en nuestros compañeros del día a día. Presión, excesivo control de los jefes, competitividad entre compañeros de trabajo, perfeccionismo o necesidad del trabajo impecable, asumir demasiadas responsabilidades...la lista es interminable, pero todos ellos nos llevan a un trastorno de ansiedad.
Como evitar la ansiedad por trabajo

Ser más organizadas puede ayudarnos también a reducir la ansiedad por trabajo, fijarnos objetivos diarios más realistas para no dejar tarea pendiente. Además, aprender a decir "no" a funciones que no nos corresponden o a aceptar demasiadas responsabilidades es fundamental para seguir siendo productivas.

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